Cazorla Abogados es un despacho de abogados con una trayectoria de más de 25 años, aunque formalmente haya nacido en 2010 como resultado de la integración en Bufete Luis María Cazorla de un grupo de abogados provenientes de firmas internacionales como Latham & Watkins, Hogan Lovells o Cuatrecasas Gonçalves-Pereira.
Estamos orgullosos de contar con un despacho que recoge la herencia, la experiencia y el conocimiento transmitido de padres a hijos por tres generaciones de abogados. Como tal atesora un conocimiento único en todas sus áreas de práctica que nos han hecho merecedores de varios reconocimientos y distinciones. Sin embargo, el mayor de los reconocimientos a nuestra labor es ver cómo clientes IBEX de la talla de Iberdrola, Banco Santander, Enagás, L’Oréal, Mutua Madrileña, Sacyr Vallermoso y otros importantes como Aenor o la Liga de Fútbol Profesional depositan su confianza en nosotros.
Estos reconocimientos de los que ha sido objeto el despacho no serían posibles sin nuestro equipo, compuesto por abogados del estado, catedráticos, profesores universitarios y abogados provenientes de grandes firmas internacionales, con una marcada vertiente docente que nos permite no solo contar con el mejor talento y estar al tanto de las novedades que afectan a nuestras áreas de práctica, sino que, además, nos posibilita la búsqueda de enfoques innovadores dentro de la ley para la solución de problemáticas jurídicas complejas. Así, nuestra apuesta, como no podía ser de otra manera, es por la excelencia y la calidad técnica, lo que nos ha llevado, incluso, a ser abogados de grandes firmas jurídicas y de abogados de prestigio.
En cuanto al ejercicio en sí, nuestras áreas de práctica más reconocidas son las de fiscal, procesal (con una experiencia única en las más altas instancias como son el Tribunal Supremo o la Audiencia Nacional), arbitraje, mercantil, penal económico, administrativa, sectores regulados y Deportiva. Somos considerados una boutique jurídica no tanto por una especialización en un área concreta, sino por la complejidad de los asuntos que llevamos y la minuciosidad prácticamente artesanal con la que velamos por los intereses de nuestros clientes conectada con nuestro rigor académico.