La retirada de un deportista de élite es muy difícil debido a la pérdida de identidad, ya que construyen su vida en torno a su profesión, y al «abismo» que sienten tras dejar la alta competición, manifestándose en ansiedad, depresión, baja autoestima y aislamiento social. Este vacío se ve agravado por la pérdida de ingresos, estatus y reconocimiento social que conlleva el fin de su carrera.»
Sobre todo ello y mucho más habla Álvaro Martín Uriol, vigente campeón olímpico de marcha y actualmente en Cazorla Abogados, en su entrevista publicada en La Razón el pasado jueves 30 de octubre de 2025.





